sábado, marzo 29, 2014

Nuevos satélites y drones de Facebook para que Internet llegue a todas partes





Connectivity Lab es un grupo de expertos en informática, aeronáutica e ingeniería aeroespacial, cuyo objetivo es desarrollar nuevos sistemas que permitan que Internet llegue a cualquier parte del planeta.

Algunos de los expertos que forman el grupo han trabajado en la NASA o en el MIT (Instituto Técnico de Massachusetts). Sus investigaciones se centran en la utilización de drones, aviones no tripulados, y satélites con capacidad para transmitir mensajes a través de Internet mediante la utilización de rayos láser infrarrojos.

El proyecto de investigación es parte de la iniciativa internet.org, de la que hablamos en Tecnología Pyme cuando fue presentada, en el mes de agosto del pasado año. El estudio se divide en dos partes: utilizar drones propulsados por energía solar que puedan volar durante meses en áreas suburbanas, limitadas por su geografía, y satélites en zonas de baja densidad de población.

La nueva tecnología se llama FSO (Free-space Optical Communication) y se basa en rayos láser infrarrojos con capacidad de transportar datos. Google también pensó en globos aeroestáticos con energía solar para la transmisión de mensajes. Aún tendremos que esperar algún tiempo para ver si estas iniciativan prosperan y la conectividad global puede ser una realidad.

martes, marzo 25, 2014

Son las tres de la mañana, ¿sabes qué están haciendo tus hijos en Internet?


La investigadora de Microsoft Danah Boyd avisa a los padres de que no deben preocuparse por los hábitos de los adolescentes en medios sociales

¡Estos niños de hoy día! Se pasan todo el tiempo en internet, compartiendo cada pequeño detalle de sus vidas. ¿Qué les pasa? Pues según la investigadora de Microsoft Danah Boyd, dedicada a estudiar los medios sociales, en realidad nos les pasa nada. En un libro que se publicará este invierno, It’s Complicated: The Social Lives of Networked Teens, Boyd asegura que los adolescentes no están haciendo cosas muy distintas en la red de lo que otros años atrás solían hacer en fiestas, reuniéndose en la calle o en el centro comercial. Socializan tanto por internet, principalmente, porque no tienen otra opción. Según Boyd, los padres de hoy día por lo general consideran que es peligroso dejar que los niños vayan por el vecindario sin supervisión. Boyd, de 36 años, charló con el director adjunto de MIT Technology Review, Brian Bergstein, en las oficinas de Microsoft Research en Manhattan (Nueva York).
Me da la sensación de que podrías haber titulado el libro Everybody Should Stop Freaking Out (algo así como "Que todo el mundo deje de preocuparse").
Es curioso, porque uno de los primeros títulos era Like, Duh (algo sí como "Pues claro"). Porque cada vez que enseñaba mi investigación a algún joven, me decía: "Pues claro. ¿Es que no es obvio?" Y el libro comienza con la anécdota de un niño que dice: "¿Puedes hablar con mi mamá? ¿Le puedes decir que no me va a pasar nada?" Encontré que eso era algo muy común entre los jóvenes.
Tú y tu colega Alice Marwick habéis entrevistado a 166 adolescentes para este libro. Pero has estudiado los medios sociales durante mucho tiempo. ¿Qué te sorprendió?
Fue sorprendente ver cómo, en gran medida, su movilidad estaba limitada. Sabía que la cosa había empeorado desde que yo era adolescente, pero no lo entendía: hay una total falta de libertad para salir y pasear. Los jóvenes ni siquiera intentan escabullirse [de la casa por la noche]. Intentan entrar en línea, porque es ahí donde se juntan con sus amigos.
Y había supuesto en base a los relatos de los medios de comunicación que el acoso (bullying) iba en aumento. Me sorprendió ver que los datos muestran lo contrario.
Entonces ¿por qué se dice tanto que "el acoso es más común en línea"?
Se ha hecho más visible. Hay algunas cosas horribles, pero me frustra cuando veo que el pánico nos distrae de lo que está pasando realmente. Una de mis frustraciones es que existen varios grandes problemas de salud mental, y queremos culpar a la tecnología [que los saca a la luz] en lugar de realmente hacerles frente.
Comparto lo que dices sobre que Facebook o Instagram son el equivalente a los antiguos sitios de reunión. Pero los medios sociales amplifican las situaciones cotidianas de formas nuevas y difíciles. Por ejemplo, los niños pueden ver al instante en Facebook si se están perdiendo algo que otros niños están haciendo juntos.
Eso puede ser una bendición o una maldición. Estos conflictos interpersonales se amplían mucho más rápido y pueden ser mucho más dañinos. Ese es uno de los retos para este grupo de jóvenes: algunos tienen las habilidades sociales y emocionales necesarias para hacer frente a estos conflictos, mientras que otros no. Es una sensación horrible cuando te das cuenta de que a alguien no le gustas tanto como te gusta esa persona a ti. Entonces, parte de la cuestión es ¿cómo usarlo como una oportunidad no sólo para regodearse en la autocompasión, sino para encontrar la manera de interactuar y decir "Oye, vamos a hablar de lo que significa nuestra amistad"?
Sostienes que los adolescentes no son tan atrevidos en cuanto a la vida privada, a pesar de las apariencias, y pasan las conversaciones delicadas al chat y a otros canales privados.
Muchos adultos asumen que los adolescentes no se preocupan por la privacidad porque están muy dispuestos a participar en los medios sociales. Quieren estar cara al público. Pero eso no quiere decir que quieran ser públicos. Hay una gran diferencia. La privacidad no tiene que ver con aislarse de los demás. Se trata de tener la capacidad de controlar una situación social.
Así que si los padres logran dejar de lado algunos temores comunes, ¿qué deberían hacer en su lugar?
Creo que lo peligroso es pensar que hemos sido entrenados y somos expertos en todo lo que pasa en nuestras vidas y en las vidas de nuestros hijos. Así que s
e supone que debemos enseñarles diciéndoles lo que tienen que hacer. Pero creo que la mejor manera de enseñar es haciendo preguntas: "¿Por qué estás publicando eso? Ayúdame a entenderlo". Usarlo como una oportunidad para hablar. Obviamente llega un momento en que el adolescente va a llevar la mirada al cielo y nos va a responder "no me interesa explicarte nada más, papá".
La otra cosa es estar presente. Lo más difícil que he visto, mayoritariamente y en los ambientes menos saludables, es que los padres no estaban presentes. Podían estar físicamente presentes y realmente no estarlo.
¿Qué les preocupará a los adolescentes de hoy día cuando se ocupen de sus hijos?
Las preocupaciones centrales tienden a no cambiar: la sexualidad y la muestra de la sexualidad. Para mí eran las minifaldas de cuero, y los ridículos flequillos, y las medias de red, los sujetadores por encima de la camisa... y todo eso. Hoy día es el sexting y lasselfies. Y la presión por encontrar la libertad: durante generaciones seguimos encontrando nuevas formas de restringir y controlar, y las tecnologías proporcionan una válvula de alivio y una manera de esquivar todo eso. De pronto surge una nueva forma de libertad.

The Internet in Real-Time


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